DESDE UNA CAMA DE HOSPITAL

Este post fue escrito íntegramente durante mi ingreso en el Hospital San Pedro de Logroño y publicado con posterioridad. 

Qué bien se está cuando se está bien! Normalmente, estamos tan inmersos en nuestra rutina diaria que no apreciamos lo importante que es la salud. Sólo cuando enfermamos nos damos cuenta del valor que tiene el estar sano.

20110914-162612.jpgHoy estoy en una cama de hospital. Por suerte no es nada grave y espero salir en unos cuantos días. Pero esto te hace pensar en muchas cosas y más aún después de la conversación que mantuve con el médico que me atendió en urgencias.

Un residente, joven, muy joven, seguramente más joven que yo, me atiende tras llegar a urgencias en una ambulancia después de sufrir dos cólicos, que podían ser biliares, según la médico que me atendió en casa tras llamar al 112. A eso de las cinco y media de la tarde llegué a su consulta. No sé desde que hora llevaría allí este residente. Sólo sé que durante todo el tiempo que estuve en urgencias, que fue hasta las once de la noche que me ingresaron, no le vi parar ni un segundo. O pasando consulta o acercándose a los pacientes que estábamos con la medicación para preguntarnos como estábamos. A última hora, cuando me comunicaron los resultados de todas las pruebas estuvimos charlando un ratito.

Los fines de semana, los residentes hacen turnos de 24 horas en las que no duermen ni un minuto. No sé si es cuestión de presupuesto, pero la mayoría de ellos tendrán que irse tras acabar su residencia. El año pasado, en el Hospital San Pedro de Logroño, sólo se quedó un residente de los 46 que había. Tienen el convencimiento de que este año se irán todos a la calle.

Y hablando un poco de dinero, me comentó que mi ingreso en el Hospital le costaba a la Seguridad Social 850 € diarios. Eso sólo la estancia! El tratamiento ronda los 300 € al día. Y el precio medio de una operación está en torno a los 18.000 €. Es decir, con lo que pagamos los contribuyentes a la Seguridad Social no llega ni para las tiritas. Por tanto, aquí podríamos tener una de las posibles contribuciones a la deuda pública: el sistema sanitario.

Según «mi» residente, la Seguridad Social es una ONG. Me contó que a día de hoy se atiende a más inmigrantes que españoles. Extranjeros que en el mejor de los casos llevaran unos años cotizando en España, pero no nos engañemos, porque la realidad es que muchísimos de ellos ni siquiera tienen la tarjeta sanitaria porque no tienen papeles. Llenan las salas de espera de las urgencias porque los médicos están en la obligación de atenderles, cosa que no sucede en los centros de salud. Si yo gasto mucho y contribuyo poco, los extranjeros gastan lo mismo y no contribuyen en nada (o casi nada). Y sin tintes racistas, no nos confundamos. No estoy en contra de que vengan inmigrantes a nuestro país buscando un futuro mejor. Pero un sistema sanitario en estas condiciones es insostenible. Por no hablar de los europeos (ingleses, alemanes, etc…) que vienen a España de vacaciones y de paso a operarse por la cara.

Cuando estas en una cama de hospital tienes mucho tiempo para pensar. Pensar que, a pesar de lo mucho que nos quejamos, tenemos la tremenda suerte de vivir en un país en que la sanidad es pública y gratuita. Y sí, digo gratuita porque lo que pagamos por ella podemos considerarlo una auténtica ganga. Sin embargo, los responsables tanto políticos como de gestión, tendrán que hacer algo y más bien pronto que tarde. No creo que podamos soportar este sistema durante mucho tiempo.

Esto me recuerda a lo que sucede con el sistema de pensiones y que Ana Cabré destacó dentro de su propuesta para los retos para el 2030 dentro de la Agencia Ciudadana para la Ciencia y la Innovación.

Yo no sé cual es la solución ni si la hay. Pero que el sistema sanitario que hoy conocemos tiene los días contados si no se le somete a una reforma es una verdad como un templo.

Mientras tanto aquí sigo, en mi habitación blanca con vistas al León Dormido, esperando poder salir cuanto antes y a que algo cambie.

Quizás algún día………

Nota: Este post está dedicado con todo mi cariño al Dr. Crespo, médico residente y a todas las enfermeras y auxiliares de la planta de digestivo del Hospital San Pedro de Logroño, por su excelentísimo trabajo. 

8 comentarios en “DESDE UNA CAMA DE HOSPITAL

  1. Bernardo Herradón

    Estimada Argi (Patricia),
    Me alegro que ya te hayas repuesto de tus dolencias físicas; aunque ya ví que mantenías tu actividad en Twitter desde la cama del hospital.

    El problema que planteas no creo que tengas solución. Ahora estoy empezando a ver el programa «Salvados» de ayer sobre la sanidad pública y los primeros médicos que están hablando dicen lo mismo que tu.

    Bernardo Herradón

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  2. Amara (@bioamara)

    Patri, me alegro muchísimo que ya estés en casa recuperada. Por desgracia, sé lo que es.
    Ahora ya estoy operada pero antes tenía cólicos biliares insufribles y después he tenido algún que otro susto. Hasta de pasarme 5 días como tú en La Fe de Valencia 😦 y el otro día de nuevo en urgencias.

    No he vivido en otros países pero me doy cuenta de la suerte que es tener el sistema sanitario que tenemos y que en otro país nos costaría una fortuna, no al alcance de todo el mundo…. Yo tampoco sé cuál sería la solución pero estoy completamente de acuerdo contigo.

    Cuídate mucho y espero que no se repitan!

    Un besazo guapa!

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    1. Patricia Autor

      Vaya, pues entonces sabes perfectamente lo que me ha pasado.
      El problema del sistema sanitario es complejo y son los responsables políticos lo que deben afrontarlo con responsabilidad para asegurarlo durante todo el tiempo que sea posible.

      Muchas gracias por comentar.
      Un besazo!

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  3. raul

    Estoy de acuerdo en que la sanidad hay que cuidarla y a sus trabajadores y trabajadoras. En absoluto de acuerdo con que se atiendan más a emigrantes que a españoles, porque es opinión, no cifra estadística y tampoco lo es el que no contribuyen en nada (o casi nada), más opinión, aparte de que los sueldos de los inmigrantes suelen ser de explotación, con lo cual inferiores a los de los españoles y nadie pestañea por ello. Mira lo que piensan en Suiza de todo esto…http://www.sncweb.ch/spanisch/noticias_sp/2006/0ctubre/24_a.htm

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    1. Patricia Autor

      Hola Raúl.
      Voy a aclararte algunas cosas que parece que no se han entendido bien.
      Cuando digo que se atienden a más inmigrantes en la Seguridad Social que españoles no es una opinión, es algo que me dijo el médico que me atendió en urgencias y supongo que él sí que tiene cifras.

      Que no contribuyen en casi nada, me refiero a su contribución a la Seguridad Social. Algunos no contribuyen nada porque no tienen contrato de trabajo. Seguramente muchos de ellos ni siquiera estén en condiciones de exigirlo y desde luego que ahí los culpables son los empresarios que no les quieren dar de alta en la Seguridad Social. Otros, por mucho que trabajen, habrán cotizado menos años que cualquier persona que haya nacido aquí.

      El post no es una crítica hacia los inmigrantes sino hacia el sistema, que concebido tal y como está no es sostenible. Entra menos dinero del que sale.

      Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar.

      Un saludo!

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